CUANDO LAS PALABRAS ESTAN DE MAS La mujer cristiana no debe tratar de convertirse en la voz de la conciencia del esposo. No podemos esperar que alguien se conduzca como cristiano si no lo es. Pedro enfatiza que al esposo se lo gana para Cristo sin palabras. “De modo que si algunos de ellos son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus esposas al observar vuestro casto y respetuoso comportamiento.”(10) No es necesario idear trampitas evangelísticas,
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